Existen disciplinas científicas donde pareciera ser mas dificil aceptar a candidatos incompetentes. Sin embargo, la escuela que defiende el tráfico de influencias y la manipulación de los procedimientos sacrifica el juicio de competencia a la ideología y al tráfico de prebendas y beneficios. Lo primero de todo es evitar que los departamentos universitarios a científicos y profesionales cualificados de los que se sospecha que serán actores independientes en la vida universitaria. Si no son de la cuerda de quienes controlan el departamento, si desequilibra la balanza de poder a su interior cualquier candidato es una amenaza. Se dice en derecho que mientras las sentencias que condenan a inocentes no sean sistemáticas no puede hablarse de una institución corrupta. ¿Que se requiere para que una institución se considere corrupta?. ¿Es la mafia una institución corrupta?. ¿Existen instituciones controladas por una mafia.

Ninguna institución universitaria cuenta con un Al Capone dispuesto a amenazar la vida de nadie. Sin embargo, es el caso que la irresponsabilidad, la ignorancia, y el juego de los intereses hacen del rector un pelele cobarde en manos de aquellos líderes internos que estuvieron en el origen de su nombramiento, de sindicatos pero también de personajes que manejan con primor los hilos de los intereses creados. La estrategia rectoral no es corregir las actuaciones de las satrapías locales, sino evitar el enfrentamiento con aquellos que pueden amenazar su posición si deja de consentir con el desvarío institucional y plegarse de forma cobarde a la ideología imperante sacrificando la libertad de cátedra y la libertad de expresión. Al rector se le deja la ideología de género y el nombramiento de sus servidores de confianza para hacer exactamente lo mismo. La plaza es una fuente de prebendas indirectas de estómagos agradecidos. Después de todo, el salario del catedrático que ha aprendido bien la lección no viene de la nómina sino de esos complementos indirectos que constituyen el salario de la colusión.

Quiere hacerse creer que son individualidades las que sacrifican la ciencia y el prestigio de la universidad. Quienes así operan cuentan con el fácil consenso de la opinión pública que siempre ha ignorado como se agrega la conducta y los efectos agregados e indeseados de la delincuencia individual. Los rectores ignoran el individualismo metodológico del nobel Buchanan. Las mafias universitarias han logrado con éxito sortear los mecanismos creados para filtrar la incompetencia de sus candidatos. Así ocurre que la ANECA ha sido condenada por establecer una normativa que ignora la calidad de las titulaciones, por desconocer el contenido de las publicaciones, por ignorar los méritos alegados por los candidatos a profesores en virtud de un índice de impacto construido sobre bases artificiales. Los tribunales han venido a cuestionar el método imponiendo la lectura y juicio de los trabajos presentados con independencia de su valor comercial por revistas de apariencia científica que cobran por publicar. La ANECA ignora las jerarquías que operan que determinan quien firmará un trabajo como primer autor y quien hará el trabajo sin cobrarlo ni ameritarse por ello. La ANECA no hace big data, ni cruza los datos de publicaciones mil veces presentadas con distintos títulos, ni cruza los datos de quienes figuran como autores de publicaciones que se republican bajo nombres de otros, ni valida la trayectoria con instrumentos objetivos que tendría a su alcance. Una vez construido un currículo con autores múltiples, reconocido el candidato de turno por la ANECA, un tribunal ad hoc hace al candidato como profesor de la plantilla universitaria. Es perfectamente posible hacer que se gradúe un perro, contaba el Rector de la UOC, y es perfectamente posible hacerle también catedrático. Y no es una metáfora. Si los tribunales ampararan las denuncias fundadas, no habría protección para la cantidad de nombres de la nómina universitaria que han obtenido sus privilegios bajo esta farsa. Nada de esto ocurriría si las instituciones fueran fuertes, las leyes suficientes y precisas, y los actores políticos sujetos a escrutinio público tuvieran el poder coercitivo previsto por estas leyes.

El sistema procede como Sanchez con su tesis y el candidato sirviéndose del sistema: solicita información a allegados, amigos y familiares, y a futuros acreedores, ordena su composición con la estrategia tan singular de cualquier estudiante corrupto que es un maestro en el arte del "cut and paste", y legitima el artificio con un tribunal adaptado a las circunstancias contraviniendo el control institucional y las leyes.

Que luego vengan los turnitin de turno a comparar bases de datos que son herramientas incapaces de ir mas allá del manejo del léxico. Sánchez es un maestro en lo que se refiere a hacer lo contrario de lo que declara, ignorar la crítica ignorando a la prensa, rehusando la comparecencia y el testimonio, y lanzando globos sonda y juegos de artificio para maquillar su actuación como por encanto. Y compra su actuación en una universidad americana para aparentar internacionalismo con un espanglish zarrapastroso. Es un modelo en lo que se refiere a resistir y así se presenta. Ahora se deshacen en elogios quienes hablaron de Sánchez como el candidato mas débil e incompente del socialismo gobernante. Examínese la ocupación de los medios por parte del gobierno Sanchez. Telemadrid y RTVE convertidos en una fábrica de podemitas. Y consíderese el amaño de cargos de RTVE. El extremismo político hace aparente la centralidad de Sanchez.

¿Puede repetirse esta farsa al interior de las universidades?. ¿Por qué habría de ser un único individuo quien se lucrara de la corrupción?. Si un presidente de gobierno puede esconderse del juicio público, ¿como no habría de poder esconderse quien al interior de la universidad maneja mejor los recursos? Se beneficia de la ausencia de transparencia. Los currículos de personas competentes dan una pátina de legalidad, y los currículos de personas incompetentes sirven al designio de un proceso selectivo amañado por la mafia local. Ayer fue Julio César Pérez para una miserable plaza de contratado doctor en Periodismo III, Teoría General de la Información como ayer, hoy y mañana se convocarán plazas con bicho, con curriculos artificiales y tribunales amañados (https://www.elconfidencial.com/espana/madrid/2018-10-08/sentencia-condena-complutense-amanar-plaza-etica_1626717). Hoy es una docente e investigadora represaliada por la vicerrectora Fernández Chamizo a quien reclamó sus derechos. Mañana, ¿quién?. El rector Andradas fue demasiado cobarde para aceptar las alegaciones contra el procedimiento del candidato artificialmente excluido, porque sirve a los intereses de quienes ya están, para proteger los propios. El rector Andradas dispara con pólvora del rey. Ha destruido la independencia del defensor universitario, incita y manipula el servicio de inspección, y multiplica nombramientos e institutos al mejor servicio de la ideología al uso, de género y cualquier otra de su cuerda como si de ello dependiera repetir en el cargo. Cuando se esperaba de él que actuara con el rigor de quien proviene de una disciplina científica  vuelve a presentar la cara mas amarga de la institución. Los tribunales han descubierto la trampa y se suceden los casos,; ahora queda a la universidad pública hacer honor al mérito, un valor constitucional que conculca una universidad de provincias que protege a sus gobernantes y usufructuarios.

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