Se cuenta de Empédocles que se paseaba altanero y soberbio ante sus conciudadanos mostrándoles su desprecio y autosuficiencia, a los afectos dedicando la mirada, a los desafectos el silencio. Nada bueno viene de quien te critica, y quien te critica siempre quiere destruirte y no procurar que muestres sentido y responsabilidad, o que te expliques, o que te enmiendes. La soberbia es la expresión mas genuina de abuso de derecho, especialmente cuando el delito en cuestión no está tipificado en la ley. Nadie puede ser acusado de lo que no está tipificado o si estando tipificado no existe una autoridad que pueda restaurar el derecho. Un abuso de derecho consiste, precisamente, en valerse de que es legal todo lo que no está expresamente prohibido. Torra es un funambulista; moviéndose en el límite de la ley, amenaza todos los días la democracia y mueve los mismos hilos que llevaron a la guerra civil o a la aparición de ETA. ¿Que podría esperarse de un agente infiltrado, de un delincuente como Puigdemont, tan carente de juicio como para negar la evidencia?. Empédocles como político, como mago y profeta se suicidó. Aquí la víctima no es el sujeto sino la democracia y el Estado y el pueblo al que estaría obligado a representar, preservando su historia y construyendo su futuro. Ignora el parlamentarismo como Goebbles que incendió el Reichstag.
Sanchez es de la misma escuela de Empédocles y el funambulista, y hace y deshace con impunidad sabiendo que no existen mecanismos institucionales para que, traspasando la ley, pueda convertirse en reo de la justicia por alta traición. ¿Quien podría acusarle?. Lo mismo que incita a Iglesias a negociar los presupuestos en su nombre, deja hacer y deshacer a quienes amenazan la democracia, amenazando al Jefe del Estado, permitiendo la impunidad de quienes atacan la institución y sus símbolos, permitiendo que se azuze la violencia y la ocupación del espacio público, permitiendo el enaltecimiento del terrorismo, sometiendo a la institución al insulto y a la vejación, promoviendo mociones en contra de los usos democráticos, votando su extinción o su eliminación, impidiendo su presencia y cuestionando su papel y discurso institucionales. Un entramado de amenazas que se suceden como las manecillas de un reloj, como en un asalto armado cuidadosamente diseñado.
¿Que mejor predictor de delitos públicos, que los vicios privados? Las lagunas de la ley, la ausencia de un poder institucional coercitivo, han permitido y permiten a Sánchez el silencio de una conducta que en cualquier sociedad avanzada sería juzgada de inmoralidad, y delito. La inmoralidad es el precursor del delito que la ley todavía ignora. Sabe que guardando silencio, y contorneándose firme con paso seguro, la tormenta pasará y nadie le reclamará por su tesis, ignora que qui tacet consentire videtur. Ser original consiste en olvidar la fuente de quien se copia. Ya declaró Sanchez, allí en esa universidad de provincias en que compró su comparecencia, y en correcto espanglis, que él no "throw the towel". Mr. Chance no aprende. El desparpajo del ignorante con el mismo desparpajo que aquellos que criticaron el "relaxing coffee" de la consorte del iluminado presidente Aznar. ¡Y le criticaban por haber comprado la medalla del congreso!. Otros cebos oportunos, nuevos conejos de la chistera del aprendiz de brujo, pueden ocultar el engaño. ¿Por cuánto tiempo? Calvo en el Vaticano para negociar consentimiento con las inmatriculaciones y las subvenciones a los colegios confesionales y concertados a cambio del traslado del supremo cadáver a lugar de conveniencia. Ya compraron a la iglesia su silencio con la ley del aborto con pingües beneficios para ambos. Muy oportuno estrechar el círculo de la pederastia para mostrar los dientes a quienes de pronto se han revelado críticos para un símbolo cadavérico. La iglesia no ha descubierto el dicho de su fundador Pablo de Tarso, de que mas vale casarse que abrasarse.
El arte de la política consiste en aparecer como salvador y tras las bambalinas consentir la conducta de quienes amenazan las instituciones y la democracia. Aparentar responsabilidad y entregar recursos a quienes dilapidan la riqueza y sacrifican el bienestar público con nuevas entregas, a los delincuentes catalanes y a los delincuentes y prostibularios andaluces crecidos al calor del ERE. Que siguen reclamando financiación pública, la cuarta parte de lo ya dilapidado. ¿Por cuánto tiempo? Hasta el infinito y mas allá. Los andaluces no merecen esos dirigentes que les abocan a un paro estructural, endémico, y a una subvención caritativa del Estado.
La coalición enferma gobernante, la coalición del mas gasto y menos ingreso, representa esa cultura que se atreve a decirle al ciudadano con qué tiene que emocionarse, qué tiene que pensar y cómo tiene que vivir. Creen que con los exorcismos de Tezanos, con los exorcismos de sus medios, acusando de extrema derecha a propios y extraños, lograrán vencer los demonios que amenazan su posición. No les bastará. Ignoran que ya llevan dentro los propios. Inevitablemente la pobreza que traen también les traerán a quienes les robarán su futuro. En el desarrollo espasmódico de la historia humana, las amenazas menos verosímiles acaban haciéndose mas probables, y la fuerza de los hechos acaba imponiéndose. Solo se trataría de que pagaran el precio sus responsables y no todos los ciudadanos españoles que no quieren seguir siendo súbditos de quienes no muestran ningún respeto por la moral y las leyes, e invierten todos los días el discurso y amenazan la seguridad y la libertad de todos. Ignoran, una vez mas, que quedan españoles a quienes les cuesta someterse al dictado de una ideología, vivida como religión, y pueden amar la libertad hasta la desesperación y la muerte.