No hay enemigo pequeño. Y no es cuestión de por qué sea un virus merezca el desprecio de los ignorantes. Ocurre así que a menudo se subestima a lo que puede y a quien puede causar un daño irreparable. No por ser en apariencia pronto cabe ignorar lo que supone la entronización de Sanchez en el Gobierno de España, y como han de crujir las estructuras sociales para maquillar con el típico maquiavelismo socialista la subversión de la Constitución. En apariencia no se jugará el destino el país en la vulneración de los principios constitucionales, -como siempre invocándolos-, pero es el caso que la economía se verá amenazada por un gobierno presidido por alguien que con tanta impudicia ha maquillado su currículo y no merece credibilidad. ¿Queda alguien que no juzgue ya a nuestro presidente de farsante?. ¿Cuanto tiempo va a requerir?

En primer lugar, por hacerse con el poder político en ausencia de un programa para traicionar a propios y extraños. No habrá un acuerdo político para cambiar el modelo de financiación de las comunidades. Eso mismo que se exigía al gobierno del PP, ahora viene a ser escamoteado por Sanchez. Sin ningún poder, se desdice de lo que prometió, elecciones tempranas tras la brillante actuación del mago Rivera, y no como será el caso el agotamiento de la legislatura, el modelo de financiación de las comunidades, trastocado ahora en una política de signo confederal donde el Estado negocia con cada cual lo que a su interés convenga, diálogo con el golpismo catalanista hasta destruir la confianza en la justicia, y subvertir los artículos constitucionales que aseguran la igualdad de todos los españoles. No es que temamos por esa alianza que siempre fue con el golpismo catalanista, tememos mas al insensato y al ignorante que concita hacia sí todos los referentes de una coalición negativa; nos amenazan no solo sus insensatas políticas, sino también sus estúpidas decisiones económicas, y sus proclamas vacías de contenido que simulan compromiso con el ciudadano.

Un simple repaso pone al descubierto la que se viene encima en menos de dos años de interinato, de espaldas al voto ciudadano. La política migratoria como si fuera posible una aceptación universal del inmigrante dotándole de recursos que se niegan al ciudadano que paga sus impuestos. ¿O es que cree alguien que los recursos que se destinan al migrante no se disminuye los servicios para el ciudadano común?. La política de protección de las mafias que trafican con seres humanos, las innumerables onegés que nutren sus cuadros con la explotación infinita de la piedad humana de los voluntarios que hacen su trabajo mientras quienes se nutren de ese trabajo no revelan sus salarios y se nutren de las arcas del Estado. ¿Que creen que pasará a ese ciudadano que paga la sanidad pública y su sanidad privada? ¿Que creen que pasará a ese ciudadano que ha dejado de creer por razones obvias en la educación pública para evitarles amenazas de acoso a sus hijos, y entretanto paga su educación privada?. ¿Que creen que pasará cuando las políticas europeas se impongan frente al afán de redención del pasado teutón de Angela Merkel? ¿Que creen que pasará cuando la explotación de la caridad se vuelva contra quienes han construido su fortuna sobre la desgracia ajena? ¿Que creen que pasará cuando un ejército miserable imponga la cultura de la irresponsabilidad y proceda, como viene sucediendo, a imponer una cultura contra la cultura democrática?. ¿Es que nadie ve en que modo, por poner un caso, destruye la riqueza la cultura de los manteros que acusaron a la policía del infarto de un miembro de su manada? La tolerancia es una medida contra una política de seguridad y la irresponsabilidad se volverá contra el discurso vacío de Sanchez. Desconoce Grande-Marlaska que una política migratoria de puertas abiertas amenaza la democracia; ignora que el ser humano no progresa con prédicas sobre la igualdad, esa farsa del mas papista que el papa, y que la violencia está en la médula de cualquier estructura social que quiera protegerse a sí misma de cualquier amenaza. Proliferan los Salvini, y no habrá redentor que los pare porque sirvieron a su mismo propósito.

La política confiscatoria de la banca es otra de las manifestaciones mas conspicuas del analfabetismo económico de Sánchez. Cree que articulando un gobierno donde compitan entre sí los predicadores de la igualdad y los predicadores del equilibrio económico podrá granjearse el apoyo ciudadano del que carece. Nada mas lejos de la realidad. La actividad bancaria es una actividad económica sujeta a regulación, y como tal, ninguna entidad pagará el precio de una subida de impuestos sin repercutirlo en préstamos a empresas, emprendedores y ciudadanos. Sánchez amenaza la estabilidad económica y financiera, y no habrá viento de cola que pueda contener tal dislate.

 
 

No habrá mas políticas milagreras que sacar de la chistera. Tan faltos de imaginación que piensan que los créditos actuales no supondrán costes futuros. Tan impermeables son a la evidencia que pretenden nutrir las arcas de la Seguridad Social con 4400 millones de euros a repercutir en las cotizaciones salariales, desconociendo que las políticas redistributivas que no proporcionan nuevos derechos a quienes paguen mayores cotizaciones sociales finalmente son confiscatorias lo que está explícitamente prohibido en las normas constitucionales de derecho tributario. Pero aún más, esas cotizaciones salariales subirán el coste del personal mas cualificado premiando a quienes menos contribuyen al excedente social. Y las empresas responderán, como saben hacerlo en este pais, dejando de contratar y expulsando al paro a un número mayor de trabajadores, lo que se conoce bajo el nombre de políticas de aumento de la productividad. ¿Como puede el gobierno de Sánchez ser tan estúpido para suponer que existen recursos infinitos para comprar el voto ciudadano con promesas irrealizables en el medio plazo?. El mismo cheque bebé de Zapatero que congeló las pensiones y los salarios de los empleados públicos reaparece en escena, y dejó las arcas del Estado con la mayor deuda pública de todos los tiempos. Una forma de destruir riqueza social es por desagregación infinita de los recursos públicos que podrían transformar el sistema productivo, todo ello sin considerar ni los costes de oportunidad ni las consecuencias de políticas de reparto que desescalan el valor de una inversión productiva. Un euro en el bolsillo de todos los españoles, es la renuncia a políticas de inversión productiva de 46 millones de euros.

Y el iluminado Abalos del que ya conocemos su agudeza y su fortaleza intelectual quiere regalar las autopistas a sus usuarios, invertir en su corredor mediterráneo, y minar la cultura de la responsabilidad y su desarrollo. Una sucesión de eventos irá poniendo en negro el futuro de la ciudadanía sin someter a juicio y aprobación un programa conocido en competición con otros actores políticos. La cultura orgánica de Abalos y ZP2 sigue siendo la misma. Nombrar a ministros cosméticos, e introducir en los centros de poder a comisarios políticos que como sicarios sean correas de transmisión del partido. ZP2 dará al partido no el protagonismo de la gestión de los asuntos públicos sobre el que se le pedirán cuentas, sino su supervisión y control. Entretanto, los ministros de propaganda nos seguirán hablando de la bondad humana, y de la bondad de sus políticas. El virus de Carmena se extiende. Este país amenaza ruina, y Sanchez es el antipapa. El tiempo devolverá en espejo a donde nos conduce la política de pillar cacho cualquiera sea su coste.

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