Juan Pérez de Mungía, 18 de noviembre de 2016 a las 12:14

La economía es la infraestructura de las ideas. La contabilidad no sólo revela los números, sino los intereses. El Congreso de los Diputados presenta un lamentable estado contable, no por falta de recursos, sino por exceso de dispendios. Se organiza en estrados o bancadas donde se apiñan ordenadamente unos partidos que han negociado su posición. Como la tabla periódica. Cada diputado podría representarse por su acrónimo, su peso atómico o capacidad oratoria, su categoría principal metal o no metal según su resistencia, conductividad y ductilidad, y podría extenderse con etiquetas para elementos de transición. Existe una química que revela la afinidad y unas propiedades químicas, electromagnéticas o incluso radiactivas que explicarían cierto tipo de indeseable contaminación.

A propósito de las retribuciones y complementos que reciben nuestros diputados, tan disputados por los envidiosos, y tan poco disputados por su facilidad para haberse situado, se originan cíclicamente discusiones y debates. Y no existe al parecer una solución química para cualquier conjetura de la nomenclatura. El digital ruso Vedomosti catalogó el patrimonio y los ingresos de la nomenklatura rusa. Aquel cirílico ininteligible ha tenido éxito en la España reciente, y se ha imitado hasta la saciedad para simular transparencia. El Congreso de los Diputados declara los bienes y propiedades de los refrendados diputados de nuestra Duma, pero desconocemos a que lobi pertenecen, ¿hasta donde se extienden?, ¿hasta el cuarto grado?, ¿son sus intereses y sus familiares los que se esconden del ojo público por sus testaferros?, y sí simulan austeridad sobre el artificio de la separación de bienes de sus conyuges y parejas, ¿qué notarios y asesores fiscales les amparan?.

Los hay desde luego pobres de solemnidad que esperan reconstruirse con los ingresos y prebendas de su posición representacional como corresponde a su dignidad. Una cuenta de lo más corriente de 189.773 euros y un plan de pensiones que arroja 117.469,52 euros para un simple trabajador de Cornellá no son ahorros para el salto de vértigo entre su triste vida civil, y la aventura de haber conocido a algún aventajado para llegar donde está. No hay nada más útil que el narcisismo a este respecto, como dice el anuncio, porque tu lo vales.

Andrei Molchanov, Senador de Lenigradski ocupaba, en 2010, la cabeza de la tabla en cuanto a sus ingresos, sus tierras, inmuebles, unos vehículos y "otros" vehículos, allí en esas tierras frías y lejanas y de tan extenso territorio baldío. Las tierras, especialmente si aparecen como barbechos rurales en lugar de como fincas urbanizables. Son desde luego importantes los tractores y los inmuebles, y los aparceros que guardan el peculio, más aún si como se espera de cualquier diputado de provincias su persona sea ubicua y descanse cada día en una finca o un hotel distinto. Cada pais posee su propio sistema para indicar cuán ricos son los electos y selectos representantes políticos, pero pocos sospechan que podíamos instaurar una tarifa plana a nuestros diputados para que no se vieran en la necesidad de maquillar su economía, poco sueldo, mucha dieta, y actividad externa. Puede el aguerrido lector ilustrarse activando el enlace al pie para comparar los ingresos de entre 2009 y 2010 de la nomenclatura rusa, tan transparente. Las cuentas claras que funcionan en Dinamarca facilitan la fiscalización hasta el punto de que se aplica la regla de una retribución única y homógenea para cualquier diputado y se aplique a sí mismo la regla de que él se lo guisa y él se lo come, no siendo que entre comisiones y portavocías se multiplique por 400 el sueldo base. Sin contar con aquello que le permita hacer ingeniería fiscal en una Hacienda, ante la que por desgracia no puede declararse insumiso. Nuestros diputados pagan menos IRPF que cualquier jefecillo de empresa. Ventajas que tienen los salarios en especie.

Son muchos los factores a factorizar en la España que nos toca vivir. ¿Quién podría pensar que los diputados españoles tienen tierras? A lo sumo debe ser por herencia o donación, y siempre en un porcentaje de un bien indivisible. Y ¿quien se atreve a considerar que un tractor es un vehículo declarable? Y, ¿quien puede sospechar a cuántos y quienes tiene en nómina, incluidos sus asistentes personales, los de su propio grupo, y los externos? Marx en la Rusia postsoviética, toma el nombre de Groucho en España. Aquí las riquezas personales son más etéreas, casi ideológicas. En ausencia de ideas es mejor acaparar patrimonio y deudores.

Este "permafrost" político hace una foto contable de los diputados al inicio de la legislatura. Tenemos una foto fija, terminal, de un estado o momento. Como si tomáramos la velocidad del vehiculo cuando pasa por el radar ya detectado, nos falta el recorrido, la película. Nos sobra en este inefable portal de la transparencia cualquier fotograma fijo arreglado ante notario oportunamente. El ciudadano quiere conocer cuanto ingresa por el odio a los sufridos contribuyentes el Sr. Tardà i Coma que lleva viviendo de la estulticia nacionalista todas las legislaturas como un antisistema profesional, por lo menos desde que a éste tertuliano le salieron los dientes hasta el momento en que ha de recurrir al socorro del dentista. El pobre Tardà cobra por ser Vocal de la Diputación Permanente, Portavoz Titular de la Junta de Portavoces, Portavoz de la Comisión Constitucional y Portavoz de la Comisión de Asuntos Exteriores. A su izquierda se sienta el honorable Rufián, pide café en castellano, en el parlamento habla catalán con sus contertulios para guardar el secreto de las comunicaciones, no con Rufián, desde luego, que no entiende un pijo por aquello de las segundas lenguas, y pide la derogación de la Constitución que le paga, desde la Comisión Constitucional!. Pingües beneficios para un maestro, catedrático de lengua catalana, que es un plus en la educación secundaria, que abunda en el regionalismo globalizador, que catapulta catalanes por encima del mar hasta caer en Alguer, en la Cerdeña italiana, perteneciente a los extensos països catalans. El Sr. Tardà no es el único que merece un repaso. Naturalmente la democracia tiene que pagar a los que la amenazan, como tenemos a los sindicatos para que sean guardianes del conflicto social que usufructúan, y sin afiliados. Es la extorsión la que garantiza sus bolsillos.

Tardá es sólo la punta del iceber de esos que abundan en el mar de Bering, en el universo político español, un iceber catalán que se quiere independizar del Artico que le nutre. Es como un chiste. Hay mucho ruso en Rusia, mucha ensaladilla mental en Rusia en la que muchos personajes se sienten polacos y demasiada butifarra en la merienda de algunos. Las cuentas no salen. Mucho taxi, mucho AVE, mucho Iberia, mucho Movistar, mucho iPhone, mucho iPad, demasiado escaño para tan poco político y ayudas para vivir en la España que desprecia, ayudas para desplazarse, ayudas para que coma y se aloje por el resto del territorio, incluso ayudantes contratados para que le asistan y un despacho, su fibra de alta velocidad y su canesú. Tardà no es el único elemento mixto que mistifica la realidad, el historiador que se inventa la historia, el caldo profesional de las insurrecciones caucásicas que ha proliferado en la Esquerra, pero si un ejemplo del disparate usurpador de alguien que vive desde hace 17 años de la mamandurria, de predicar el etnicismo, y al que le quedan 4 más y lo que te rondaré morena. Nunca el nacionalismo dió tanto de comer a estos desesperados que buscan obtener la pensión que inmerecidamente recibirán de los españoles que odian, de los xarnegos demócratas, los más que quieren que se cumpla la ley frente a los Mas que la atacan.

La nomenclatura tiene tierras raras, con esos elementos de los que hablan químicos como Robert Boyle en su obra "El químico escéptico", cuando denomina elemento a «ciertos cuerpos primitivos y simples que no están formados por otros cuerpos, ni unos de otros, y que son los ingredientes de que se componen inmediatamente y en que se resuelven en último término todos los cuerpos perfectamente mixtos». Ya Boyle anticipaba los grupos mixtos de la nomenclatura y su parecido con la química política y la economía de sus integrantes xarnegos. A Tardà le defienden algunos islamistas organizados bajo el 2,63% de los sufragios de Cataluña, esos mismos que envían yihadistas a Siria.

Подробнее, para más detalles: http://ventanarusia.es/Los-salarios-de-la-nomenclatura.html. Creative Commons 'Una Ventana a Rusia'
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